Golpe a Golpe

Llegamos al fútbol de la segunda mitad del siglo veinte. El tiempo en que Pelé y su magnífica selección brasileña fulguran sobre el resto. Después de la Segunda Guerra Mundial, la copa regresa a Europa en Suiza ‘54 y Suecia ‘58. Sudamérica es anfitriona para Chile ‘62, donde la violencia de un feroz terremoto parece trasladarse a las canchas. En el ‘66, Inglaterra recibe la copa por primera y única vez. En México ‘70 O Rei juega en el que fue, para muchos, el mejor equipo de la historia de los mundiales.

Nota: Cada Cuatro está producido para ser escuchado y diseñado para el oído. Si es posible, recomendamos encarecidamente que escuche el audio, que incluye emociones y énfasis que no están en la página. Las transcripciones son generadas utilizando una combinación de software de reconocimiento de voz y transcripciones humanas, y pueden contener errores. Por favor, verifique el audio correspondiente.

VOCES DEL EPISODIO:

Sebastian Chittadini, escritor y periodista
Aira Bomfim, historiadora de fútbol
Horacio Pagani, periodista
Enrique Macaya Marquez, periodista
Enrique Corvetto, periodista
Juan Carlos Sarnari, jugador de la selección Argentina (Inglaterra 1966)
Mauricio “Pipo” Rodriguez, jugador de la selección Salvadoreña (Mexico 1970)

00:00:00 Lola del Carril: Mantel presenta Cada Cuatro, una historia de los mundiales. Mi nombre es Lola del Carril y en este podcast vamos a hacer un recorrido por las Copas del Mundo. 

La derrota de Brasil contra Uruguay, esa icónica final del Mundial 1950 en el Maracaná, fue muy fuerte. De esa tristeza brasileña se hicieron muchos libros, notas, hasta canciones. En ese momento el panorama era muy oscuro, pero ese golpe fue también un principio para la selección brasileña. Como si viviera una especie de duelo. Pasó dos años sin jugar al fútbol. 

De a poco, comenzó a tejer el estilo que la convertiría en el seleccionado más exitoso de la historia. El del jogo  bonito. En un amistoso antes del Mundial 1954, Brasil enterró su camiseta blanca y nació así la famosa y eterna vestimenta verde y amarilla. 

Pelé de 17 años en una calle de Suecia antes del Mundial de 1958 colorizado.

Pelé, en 1954, tenía sólo catorce años. Recién en 1958 el mundo iba a descubrir su fútbol. Pelé nunca olvidó la imagen de su padre llorando desconsolado luego del Maracanazo. Cuenta una leyenda que ese día el pequeño Edson Arantes do Nascimento prometió que borraría la afrenta y que llevaría la Copa del Mundo a Brasil. Leyenda o realidad, lo cierto es que cumplió y lo hizo de una manera única, hermosa e irrepetible. Pero primero, Suiza 1954, el cumpleaños número cincuenta de la FIFA. 

Cuarenta millones de muertos y cincuenta millones de desplazados después el Mundial volvió a Europa. Suiza, neutral en la Segunda Guerra, fue elegida para el regreso del torneo. Alemania, que había sido sancionada por Brasil 1950, volvió, aunque dividida en dos. Alemania Occidental, que conservó el poderío futbolístico, y la Oriental, que no jugaría eliminatorias hasta 1957.

El Mundial se emitió por primera vez en televisión a ocho países europeos. La semilla para que la Copa del Mundo terminara de convertirse en un fenómeno para miles de millones ya estaba plantada. Y fue en este Mundial de Suiza, televisado y con mucha audiencia, que se iba a producir esa semifinal que fue vendida a todo el mundo como “el partido del siglo”[1], terminó siendo recordada como el partido en el que un jugador hizo dos goles, murió, resucitó y volvió para jugar el suplementario.

Sebastián Chittadini es uruguayo, escritor y periodista:

Juan Hohberg tuvo un infarto después de celebrar su segundo gol del partido.

00:03:48 Sebastian Chittadini: Uruguay llegó al Mundial de 1954 con un invicto mundial a cuestas que abarcaba 21 partidos, 19 ganados y 2 empatados desde los Juegos de 1924, pasando por los de 1928, los Mundiales de 1930 y 50, y los partidos iniciales del Mundial de 1954 hasta la semifinal con Hungría. En aquel partido contra Hungría, en la semifinal de 1954, tiene la significancia de que no estaba Obdulio Varela en cancha y Uruguay termina perdiendo ese invicto de 21 partidos. Y bueno, termina siendo el fin de una era.

[RELATO - Gol de Juan Hohberg]

00:05:13 Sebastian Chittadini: Sin Obdulio, que no era un tema menor, ya que el capitán se había desgarrado en el partido anterior contra Inglaterra. Después de hacer un gol, incluso. Uruguay plantó cara ante una gran Hungría tras ir perdiendo 2 a 0, con 2 goles del cordobés nacionalizado uruguayo Juan Eduardo Hohberg, que justamente estaba debutando en el Mundial, porque su nacionalización era reciente. Esos dos goles de Hohberg fuerzan el tiempo suplementario en el que Hungría termina ganando 4 a 2. Pero sobre el final de los 90 reglamentarios hay un tiro de Pepe Schiaffino que queda detenido en el barro, el partido se estaba jugando bajo, bajo lluvia y la cancha estaba un poco difícil. Juan Eduardo Hohberg se desvanece y tiene que ser reanimado en cancha por el kinesiólogo. Y las versiones hablan de que siempre lo que se dijo, aquello de cómo se cuentan los mitos, según de qué lado se cuenten, que le había llegado un infarto y que había estado clínicamente muerto durante algunos instantes. Y bueno, acá en Uruguay no se acepta otra versión.
Pero bueno, de todas maneras, como decía, ese peso simbólico por ser el final de un invicto mundial de 21 partidos, por ver a un jugador resucitar en la cancha solo para ser testigo de la muerte de un fútbol uruguayo y el nacimiento de otro que, por ejemplo, ya no iría al Mundial de 1958. Hay como mucho que muere ahí, ¿no? con esa pelota en el barro de Schiaffino, con esa “muerte”, llamémosle entre comillas, de Hohberg y con la pérdida de ese invicto y la eliminación de Uruguay.

00:07:07 Lola del Carril: Superado el duro escollo de Uruguay, Hungría llegaba como favorito al partido por el título. Enfrente iba a estar otra vez Alemania Federal. Pero la historia iba a escribirse de una manera muy distinta a la de aquella goleada en la fase de grupos. El mundo del fútbol iba a ver nacer a una nueva potencia que no era Hungría, la selección de los que jugaban como un ballet. Sino que fue la de unos aguerridos muchachos alemanes que sabían hacer lo necesario para ganar aunque no dieran espectáculo. Se escribió así otro título vendedor. Se produjo El milagro de Berna. Esa final contra Hungría se jugó bajo la lluvia y en un terreno que cada vez se fue poniendo más barroso. Los húngaros habían arrancado ganando 2 a 0, pero los alemanes lo dieron vuelta gracias al calzado. Adi Dassler, el señor Adidas, les había dado para este partido los primeros botines con tapones intercambiables, largos y de aluminio. Alemania podía cambiar según el terreno de juego, mientras los húngaros jugaron los 90 minutos con los mismos botines con tapones de madera. El mismísimo Dassler era el que cambiaba y ajustaba los tapones de los jugadores alemanes, lo que hacía que el barro no se pegara a la suela y que los alemanes pudieran arrancar y frenar mucho más fácilmente que los magiares. Fue la ventaja decisiva.

Adi mostrando cómo cambiar los tacos de sus botines.

[RELATO]

00:08:57 Lola del Carril: Alemania campeón. Con la asistencia de los botines mágicos de las tres tiras. Y una ayudita más. 

En 2010, una investigación del Instituto Federal de Ciencias Deportivas de Alemania dijo que hay indicios ciertos de que varios alemanes recibieron inyecciones de metanfetamina durante el Mundial del 54. Los jugadores pensaban que era vitamina C, pero en realidad les estaban inyectando una droga para mejorar su resistencia, probada ya con soldados germanos durante la Segunda Guerra Mundial. Si ya con Mussolini en la Italia campeona del 34 había quedado claro que para algunos valía todo con tal de ganar el Mundial, el doping en la Alemania del 54 terminó de ratificar que si para conseguir una victoria había que arriesgar la salud de los jugadores, a muchos tampoco les importaba. Así, en Suiza empezó a escribirse una nueva historia en los mundiales, con una Alemania que se metió con todo en el centro del mapa como una potencia. Y con un Brasil, que después del Maracanazo y de perder en Suiza en cuartos de final contra Hungría después de darle una dura batalla, empezó a cocinar un ciclo maravilloso al que todavía le faltaba el ingrediente principal: un chico llamado Pelé. 

Para 1958, el mundo estaba definitivamente dividido en dos. Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrentaban, pero llevaban la Guerra Fría lejos de sus casas, a Vietnam. El Pacto de Varsovia de un lado, el nacimiento de Disneylandia en el otro y en Latinoamérica los golpes de Estado y las elecciones iban y venían con demasiada facilidad.

Suecia 58 fue el primer mundial de la Unión Soviética y el primero en que iban a participar Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Todo el Reino Unido en una Copa del Mundo por una única vez. 

En Sudamérica también hubo novedades. Se rompió la Santísima Trinidad. Uruguay quedó afuera y fue Paraguay el país que acompañó a Brasil y Argentina. Argentina, sin títulos mundialistas, todavía se golpeó fuerte contra una realidad que ni se imaginaba.

[RELATO]

00:11:49 Lola del Carril: ¿Qué era la nuestra? ¿Y qué pasó con ella? El experimentado periodista Horacio Pagani nos puede dar una respuesta.

00:11:58 Horacio Pagani: Yo soy de los que cree que había un estilo argentino y que existió la nuestra. La nuestra era el equipo de River, de los años 40, que a veces vale la memoria popular más que uno lo haya visto, no? Se sabía la forma en que se jugaba. Y yo digo que si nosotros sabemos que hay un estilo brasileño, que lo sabemos por mas que este desfigurado ahora un poco porque no tienen figuras. Hay un estilo italiano, un estilo inglés, un estilo alemán para jugar, ¿por qué nosotros no? Estamos entre las cinco potencias del mundo en fútbol, no tenemos un estilo propio, lo teníamos. Lo que pasa es que el Mundial ese trajo una terrible confusión luego. Porque Argentina fue mal preparado, con mala condición física. El Pipo Rossi, decía “estos Pata Blanca que nos van a ganar a nosotros” y no estaba preparado físicamente el equipo para competir con los europeos. Este… incluso cuando se lesionó Zárate se lo llamó a Labruna, que Labruna estaba por cumplir cuarenta años. Y bueno, fue estrepitoso el fracaso, porque comer seis goles en la Selección Argentina para el orgullo de los argentinos era una cosa imposible.

00:13:02 Lola del Carril: El periodista Enrique Macaya Márquez es sinónimo del Mundial. Vio todos desde el 58 hasta acá. Todos. Es decir, que puede contar de primera mano algunos detalles de esa historia del fútbol argentino llamada “El desastre de Suecia”.

00:13:18 Enrique Macaya Marquez: Estaba el concepto de que nosotros no necesitábamos, que si jugábamos con estos tipos que le pegaban con la canilla, porque así decíamos, “estos le pegan con la canilla”. Y después, cuando yo vi el partido con Checoslovaquia, yo dije si le pegan con la canilla, pero la pelota va donde los tipos quieren. Entonces que le peguen con lo que le peguen, el asunto es donde va la pelota. Ese partido fue precisamente la lección que se merecía el fútbol argentino, por su soberbia. Y cuando hablo del fútbol argentino hablo de todo y me incorporo a eso porque yo después de ese partido volví a fumar después de tres años que había dejado. Es decir, lo tomamos dramáticamente porque fue un drama. Armamos un puñadito que estábamos viendo ese partido y nos encontramos en absoluta soledad y golpeados, yde qué manera, por nuestro orgullo, nuestra soberbia, con una goleada estrepitosa en algo que a los argentinos nos duele muchísimo. Que es el fútbol. Que es parte nuestra.

Florencio Amarilla durante el rodaje de 100 rifles.

00:14:24 Lola del Carril: Desde tierras guaraníes nació una hermosa historia que tenemos que mencionar. Escrita por su goleador Florencio Amarilla. En el partido decisivo para clasificar a Suecia 58. Paraguay goleó por cinco a cero a Uruguay y lo dejó afuera de la Copa del Mundo. Ese día, Florencio Amarilla hizo tres goles y comenzó a cambiar su propio destino. Amarilla fue sin duda figura en el Mundial y le convirtió dos goles a la poderosa Francia. Su actuación los llevó a emigrar a España, donde un día un productor de cine descubrió su otra faceta. Fue extra en varios westerns en paralelo con su carrera de futbolista. Y tuvo también su participación en Patton, la película que ganó el Oscar en 1970. 

Pelé, como amarilla, también cambió el estilo. El suyo propio, el de su selección, y también el de Brasil como nación. 

Ahora, si. Llegamos finalmente a los tiempos del rey Pelé.

00:15:50 Aira Bonfim: Mi nombre es Aída Bonfim. Soy historiadora del deporte desde Brasil. Nacida en la ciudad de Campinas, en el estado de Sao Paulo. Trabajo con muchos tipos de fútbol, con fútbol de barrio, amateur, fútbol femenino. Trabajo con memorias, trabajo con personas y trabajo con proyectos que usan el pasado para construir futuros mejores. Hace muchos años trabajando en el Museo del Fútbol, que está dentro del Estado de Pacaembú, en São Paulo, y ahora trabajo de forma independiente, tratando de pensar en un fútbol más inclusivo.

Pelé es un personaje que se reconoce muy fácilmente entre los brasileños, entre la gente de otros países que de alguna manera todavía reconocen la trayectoria de un personaje que se constituyó principalmente en los años cincuenta, sesenta y setenta. No sé si los niños y adolescentes siguen manteniendo esta identificación. Ya me imagino que no, no conocen a Pelé. Conocen a Neymar. Él también aprovecha un momento de gran visibilidad para este fútbol y de una visibilidad que pasará de los medios narrativos como la radio y los diarios a la televisión. Entonces es un personaje que obtiene una imagen que va a ser no sólo transmitida dentro de Brasil, sino que también cruzará todas las fronteras de nuestro país y llevará el swing, la técnica, el regate y los goles en forma de imagen a través de una televisión para diversos países.

000:17:19 Lola de Carril: Claro que hubo resistencia a la incorporación de Pelé al equipo que iba a ir al Mundial del 58. Era titular y goleador en el Club Santos, en la zona de Sao Paulo, desde hacía dos años. Tenía un promedio de más de un gol por partido, pero cuando fue convocado por el técnico de Brasil, Vicente Feola, todavía O Rei no era O Rei. Sólo tenía diecisiete años y había que sacar a un consagrado para que entrara. 

Pelé no estuvo en los dos primeros partidos de Brasil del Mundial por una lesión en la rodilla, pero en el cierre de grupo nada menos que contra la Unión Soviética del mítico arquero Lev Yashin, el garotiño empezó a escribir su gran historia. Debutó ante 50.000 espectadores en Gotemburgo formando un cuarteto letal con sus amigos Vavá, Didí y Garrincha. El dos a cerp puso a la “verde amarilla” en cuartos de final. Brasil le ganó uno a cero a Gales gracias a un único gol de Pelé. En semis arrasó cinco a dos a la Francia de Just Fontaine, el delantero que convirtió trece goles en Suecia ‘58, y que sigue siendo hasta hoy el máximo goleador de un Mundial.

El delantero nació en Marrakesh, Marruecos en 1933

En la final obtuvieron el mismo resultado ante los suecos dueños de casa, que se ilusionaron con un gol de Liedholm a los cuatro minutos. Sin embargo, los anfitriones terminaron aplaudiendo a la aplanadora liderada por la maravilla de diecisiete años que hizo dos goles más.

[RELATO - Gol de Brazil]
[MÚSICA - Himno Brasileiro]

00:19:25 Lola del Carril: Ocho años después de la tragedia futbolística del ‘50, ya sin la camiseta blanca, Pelé cumplió su promesa de vengar el Maracanazo. Brasil se consagró campeón del mundo. 

La cuenta de las copas daba hasta ahí un empate. Tres títulos para Sudamérica y tres para Europa. Pero fue además la primera vez en la historia que una selección ganó en continente ajeno, algo que no volvería a pasar hasta 2002. Pelé lo hizo y haría muchísimo más.

[MUSICA - The Ramblers, El Rock del mundial (1962)

Después de dos ediciones consecutivas en Europa, el Mundial volvió a Sudamérica en 1962. “Porque nada tenemos, todo lo haremos” dijeron los chilenos para aventajar a Argentina, su rival en la votación de la FIFA, que determinaría la próxima sede de la Copa Mundial.

“Porque nada tenemos... lo haremos todo.”

00:20:55 Enrique Corvetto: Mi nombre es Enrique Corvetto Castro. Soy chileno. También soy periodista. Hace poco lancé un libro que se llama 1962: Los secretos del Mundial Imposible. Cuando ya se estaba resolviendo la sede para el Mundial del 62, se estaban afinando los detalles preliminares respecto a los estadios, Ocurre el terremoto más grande que conoce la historia moderna que ocurrió en Chile el 20 y 21 de mayo de 1960. Prácticamente dos años de que empiece el Mundial. Fallecieron, las fuentes oficiales dicen cerca de tres mil personas. Otros dicen cinco mil personas. Pero lo cierto y lo concreto es que ese terremoto prácticamente dejó azotadas cinco, seis regiones de Chile. 

La FIFA llega y dice “A ver señores, aquí ocurrió el terremoto y nosotros necesitamos que el Gobierno de Chile firme un aval de que efectivamente dé una señal de garantía de que el Mundial se va a ejecutar.” Entonces se produce una reunión con el presidente de ese momento, Jorge Alessandri Rodríguez, que era de centroderecha, nos comentó y que la verdad es que no comulgaba mucho con el fútbol, no era para nada futbolista. Lo que pasa aquí es que el presidente resuelve enviar esta carta a la FIFA afirmando la voluntad de Chile de poder persistir en organizar un Mundial. Previo, reunión que tuvo con los dirigentes de la Asociación Central de Fútbol, le dijeron que el Mundial no le iba a costar un peso al Gobierno. Entonces la pregunta era ¿cómo? Y la respuesta era que cada sede se iba a autogestionar. Entonces, los recursos para poder dejar los estadios a un estándar presentable, en ese momento, en la década de los sesenta, no existía el estándar FIFA, sino que fue un estándar más bien presentable. El estadio por ejemplo de Rancagua, donde jugó de local la selección de Argentina, Bulgaria, Inglaterra y Argentina, era mitad cemento de hormigón y mitad de madera. Para que pocos se hagan una idea de lo rudimentario y de lo pulso que se hizo este Mundial, donde hubo que llevar semillas de la zona central del país. Hubo que racionalizar el agua, o sea, hubo cortes de agua especialmente para regar el césped, para que creciera césped en un desierto. En Arica no había fútbol profesional y entonces básicamente los soldados del Ejército de Chile terminaron de pintar entonces el estadio, entonces es un tema de locos. A nadie le cabe en la cabeza cómo se le ocurre después de una hecatombe seguir con un Mundial. Los dirigentes persistieron porque tenían en mente y querían estar en la historia entonces, en la historia del fútbol, organizando un Mundial. Y lo hicieron.

00:23:58 Lola del Carril: La violencia del terremoto pareció trasladarse a las canchas. Chile ‘62 es recordado como el mundial más violento de la historia en los campos de juego. No es una exageración. Hubo treinta y cuatro lesionados en los primeros tres días de competencia. El número sube a cincuenta para cuartos de final y un total de cinco fracturados a lo largo del torneo. 

Yugoslavia versus la Unión Soviética fue el debut de ambos. Una nariz partida por un lado, una ceja rota que termina con doce puntos de sutura por el otro. Pero ni siquiera eso sería el punto más alto de la violencia. Eduard Dubinski se fue de la cancha con fractura de tibia y peroné, con consecuencias trágicas. Nunca se recuperó de la lesión, que además desembocó en un sarcoma con posterior amputación de su pierna derecha. Murió años más tarde, producto de una infección provocada por el golpe. 

¿Y qué se puede esperar de un partido al que llamaron “La batalla de Santiago”?

[RELATO de Julio Martinez]

00:25:33 Enrique Corvetto: Eso estuvo condimentado porque periodistas italianos previos a este partido del Mundial despacharon crónicas a Italia, escribiendo columnas de opinión de que Chile era un país extremadamente pobre. Había mucho alcoholismo, prostitución, analfabetismo,y eso generó un revuelo en las sensibilidades chilenas y los medios de comunicación que exageraron un poco el sentido de esto. Y finalmente se produjo una suerte de sed de venganza con los italianos. Hubo golpes de puño, patada, fouls que cobraba el árbitro y donde Chile tuvo que haber tenido al menos, al menos, uno o dos expulsados. Italia terminó con dos expulsados. Y Chile no. 

[MUSICA]

00:26:26 Lola del Carril: Pelé arrancó bien, con un golazo en el dos a cero a México, pero se desgarró a los veinticinco minutos del segundo partido contra Checoslovaquia. No pudo volver nunca, pero el equipo no se resintió. Garrincha tomó la posta para defender el título. Marcó cuatro goles. El ángel de las piernas torcidas fue indescifrable para cualquier defensor. Todos quedaron en ridículo cuando lo fueron a marcar.

[RELATO - Gol de Pelé]

00:27:27 Lola del Carril: Brasil volvió a la final y le ganó tres a uno a Checoslovaquia, dos títulos seguidos como Italia en la década del treinta. Pero sin Mussolini. Fue el último en repetir mundiales consecutivos. Para los años sesenta, la siempre tumultuosa relación entre FIFA y los ingleses, inventores del fútbol estaba en su mejor momento. Tanto que la casa mayor del fútbol estaba presidida por un inglés Stanley Ross. Inglaterra 66 fue el Mundial de la primera mascota oficial, Willie el Leon.

[MUSICA - Willie el Leon]

Reg Hoye creó a Willie y también dibujó a Fred the Red para Manchester United.

00:28:22 Lola del Carril: Fue el Mundial en el que robaron la copa y el perro de un vecino londinense llamado Pickles la encontró a los siete días. 

Fue también el Mundial del boicot de las naciones africanas, cansadas de no tener un lugar seguro para su continente. Decidieron no participar de las eliminatorias para el Mundial por no tener un cupo directo. Sólo había un espacio a definir entre África, Asia y Oceanía. Mientras en el Mundial había diez europeos, cuatro sudamericanos (en aquel Mundial fueron Argentina, Brasil, Uruguay y Chile) y uno solo de Concacaf, la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe. Fue el Mundial de la sorpresa de Corea del Norte, con un equipo completamente amateur que dejó afuera a Italia. Y fue otra vez un Mundial violento. Brasil lo sufrió como nadie. Pelé ya no era una linda sorpresa, sino un rival a detener. Maltratado en el debut ante Bulgaria, no jugó contra Hungría por precaución y finalmente lo sacaron lesionado por una doble patada en un partido en que Portugal le ganó a Brasil tres a uno. 

Mala preparación, poca unidad, soberbia de sus dirigentes y violencia. Un cóctel perfecto para que Brasil quedara rápidamente eliminado de la séptima Copa del Mundo, justo cuando el Mundial llegaba a la tierra donde el fútbol había nacido. A Pelé y a Brasil había que sacarlos del Mundial. Y lo lograron. Pero, ¿para qué? O mejor dicho, ¿para quién? 

El que lo cuenta es Juan Carlos Sarnari, “El Nene”, que integró la selección argentina en ese Mundial. Él pudo comprobar bien de cerca cómo se daba esa verdadera cacería contra el mejor del mundo de aquellos años.

Juan Carlos Sarnari jugó profesionalmente en clubes de Argentina, Colombia y Chile entre 1959 y 1976.

00:30:18 Juan Carlos Sarnari: Yo nunca vi a un jugador que le pegaran tanta patada como a Pelé en los partidos contra Bulgaria y Portugal… Pero le pegaron patada pero por donde lo encontraba… lo acusaban con pelota, sin pelota. Yo pienso que hubo una cierta predisposición hacia que los equipos sudamericanos no salieran campeón. Brasil una tercera vez hubiera sido terrible. O Argentina o Uruguay, que teníamos muy buenos equipos los dos podríamos haber hecho. Y todo, uno no puede confirmarlo, pero sí puede sospechar que todas esas cosas se hicieron un poquito mal y orientadas hacia un equipo europeo. Además los ingleses era el primer mundial que hacían en su casa, los inventores del fútbol, entre comillas. Tenían que festejarlo de alguna manera o tenía que lucirse de alguna manera. Y creo que después de nosotros, los que sufrieron más fueron los alemanes.

“Pelé fue el jugador más completo que he visto”. – Bobby Moore

00:31:18 Lola del Carril: Inglaterra ganó ese Mundial 4 a 2 a la Alemania de un joven Beckenbauer en tiempo suplementario. Con una enorme actuación de Bobby Charlton, también de su gran capitán Bobby Moore y con un extraordinario Gordon Banks en el arco. Los inventores fueron los dueños en el año del centenario de su mejor invento, el fútbol. 

[Musica - Pompa y Circunstancia] 

Pero Pelé y Brasil no habían dicho la última palabra todavía. Tenían aún mucho por contar. A pesar de que O Rei se había retirado de la selección, cansado de salir siempre lastimado. 

La FIFA se había decidido por la propuesta mexicana y por cuarta vez dejaba de lado la candidatura de Argentina. México, con la experiencia de los Juegos Olímpicos de 1968, iba a albergar otra vez la Copa del Mundo en este lado del Atlántico. 

No tuvo problemas la FIFA en que se organizara un Mundial en el mismo país donde menos de dos años antes se produjo la Masacre de Tlatelolco, donde más de trescientos estudiantes fueron asesinados por el Estado. Como siempre, la prioridad de los dueños de la pelota iba por un lado muy diferente al del respeto por los derechos humanos. 

El libro de Elena Poniatowska es un testimonio colectivo de los trágicos días de octubre de 1968 en México, en el que se recopilan las múltiples voces de estudiantes, trabajadores, padres, maestros, soldados y políticos.

La clasificación para un torneo que volvía a tener dieciséis equipos en su fase final, tuvo de todo. El boicot de ese año dio sus frutos y África consiguió una plaza directa para las eliminatorias, que quedó para Marruecos. Israel obtuvo su primera y única clasificación en la historia de los Mundiales y Perú, con un gran equipo, volvió a romper la Santísima Trinidad Sudamericana al dejar afuera a Argentina. 

Uruguay llegó a la Copa del 70 de la mano de Juan Hohberg. El delantero que hizo dos goles, se desplomó y resucitó para jugar el suplementario de la semifinal contra Hungría en 1954, fue el director técnico de la Celeste. [2] Pero hubo un hecho que superó cualquier especulación, cualquier sorpresa. La disputa de una plaza para el Mundial de México 70 entre Honduras y El Salvador fue también el preludio de la guerra del fútbol. 

Mauricio “Pipo” Rodríguez tiene motivos de sobra para ser recordado como un emblema del fútbol salvadoreño. Él no solo fue parte del plantel que se clasificó a la Copa del Mundo por primera vez en la historia de su país, sino que hizo el gol decisivo a Honduras para que eso pasara.

00:34:28 Maruicio “Pipo” Rodriguez: Teníamos, pues muchos, muchos problemas con nuestros hermanos hondureños, problemas que no eran deportivos, pero al final nos toca enfrentarnos a ellos y se nos hizo una carga extra para nosotros, y me imagino que también para ellos el enfrentarnos. Porque ya se mezcló lo que estaba sucediendo con el deporte. En otras partes creyeron que por un partido de fútbol nos agarramos a balazos y nos matamos con los hondureños y no es cierto. Era una situación socio- político-económica, que se venía arrastrando y que se dio en paralelo con nuestro enfrentamiento con Honduras. De hecho, nosotros, yo mismo tengo varias personas que jugaron en ese equipo de Honduras y que son amigos míos. Nunca, pues hubo una enemistad ni mucho menos. Así es que sí el hecho de que estuviera sucediendo eso en el momento que jugábamos era un peso más en nuestra responsabilidad. Ya no éramos solamente los jugadores de fútbol, sino que éramos unos soldados de la patria para todo el mundo, no para nosotros. Nosotros andábamos con un fin bien claro que era perseguir el campeonato del mundo y ellos también, que dicho sea de paso, fue una de las mejores selecciones que ellos han tenido y que se prepararon mucho mejor que nosotros. Pero tuvieron la mala suerte, pues que no lograron ganar.

[MUSICA - MUNDIAL MEXICO 70]

00:36:06 Lola del Carril: Los colores fueron protagonistas en México 70. La implementación de las tarjetas roja y amarilla aplicaron la violencia que venía de los dos mundiales anteriores y la televisación fue por primera vez a todo color para gran parte del mundo. 

Las cinco selecciones campeonas del mundo hasta ese entonces estuvieron en México y eso se notó. De hecho, cuatro llegaron a las semifinales y dos bi-campeonas se midieron en el partido decisivo. Pero hubo un equipo que sobresalió por sobre el resto. La resurrección de Brasil de la mano de Pelé fue absoluta. 

Para aplacar los ánimos, la idea fue traer a un tipo tranquilo y de la casa. El entrenador elegido fue Mario Lobo Zagallo, compañero de Pelé en los títulos del 58 y el 62. Todo se enderezó. 

Nació el equipo que maravilló al mundo, el de los cinco números diez, posiblemente la mejor selección de la historia de los mundiales.

00:37:19 Juan Carlos Sarnari: El Brasil del 70 fue fabuloso. Lo que jugó ese Brasil, escuchame, Rivelino, Rivaldo, Jairzinho, los que jugaban en la defensa, Carlos Alberto por la derecha. Eran jugadores de una categoría y de un nivel impresionante. Y tenían respeto por la pelota, ahí no existía la tenencia, no existía nada. Ellos tocaban, iban adelante, la técnica que tenían los hacía que fueran a atacar y atacaban de cualquier manera. Ya lo habían hecho en el 62 y ni hablar cuando estuvo Garrincha en el 58. Garrincha en la punta derecha y en el 62 en Chile, que era Garrincha. Si Garrincha hubiera estado en ese Mundial… 

Era un equipo fabuloso. Que jugaba al fútbol. Al fútbol que te gusta a vos, a mi, a cualquier persona que va a un estadio de fútbol le gusta ver ese Brasil de toque, pero de toque hacia adelante. Toque efectivo. Se buscaban siempre, pero con un fin del arco. Hoy en día está de moda la tenencia. Si, en esa época a la tenencia nosotros le decíamos “fulbito”. Porque vos tocaba, tocaba, pero para llegar al arco te costaba un montón. Y ahora casi hace lo mismo, pero ahora, bueno, la estadística, la tenencia y todas las cosas que le están metiendo al fútbol las hacen, las hacen distintas. Pero ese Brasil era espectacular. Por la calidad de jugadores que tenía, por el juego de conjunto que tenía, por el sistema compacto de funcionamiento que tenía, que era el famoso cuatro dos cuatro, que se movían todo al unísono y era difícil encontrarle un espacio vacío a Brasil. Era lindo verlos jugar. Fuera de la cancha y dentro de la cancha, al lado ellos porque gozabamos. Siempre lo veías y siempre hacían cosas nuevas, distintas.

00:38:59 Lola del Carril: Puntaje perfecto en la primera fase, con victorias cuatro a uno a Checoslovaquia, uno a cero al campeón vigente Inglaterra y tres a dos a Rumania. Después se deshizo de dos sudamericanos, cuatro a dos al mejor Perú de todos los tiempos en cuartos y tres a uno al clásico ante Uruguay en semis. 

La final fue una fiesta máxima: cuatro a uno a Italia y nombres que quedaron en la historia. Clodoaldo, el capitán Carlos Alberto, Jairzinho, Gérson, Rivelino, Tostão, y Pelé, que si hacía falta algo más para ser rey, era convertirse en el primer y hasta ahora único jugador en ganar tres veces la Copa del Mundo. 

El desastre de Suecia 58, el nuevo fracaso en Chile 62, los campeones morales en Inglaterra 66, y el broche de piedra eliminado para México 70. La crisis era profunda en Argentina. “La nuestra” hacía agua. 

Entre el Maracanazo y la mejor selección de la historia de los Mundiales pasaron veinte años. Brasil cayó, se levantó y tomó al mundo por asalto, con un estilo que supo construir. Contemporáneo incluso a otros grandes equipos a los que siempre dejó a un costado. Apareció Pelé. Apareció el “Jogo Bonito”. Apareció la escuela brasileña. Así lo resume la historiadora del fútbol brasileña cómo esta escuela, Aira Bonfim. 

00:40:43 Aira Bonfim: Para pensar a Pelé no se puede no asociar a este crack brasileño con el Mundial de México de 1970. Así pues, fue una ocasión en la que Brasil ganó el mayor evento futbolístico del mundo. Pero es un periodo de gran fuerza. Gran visibilidad del fútbol nacional. Incluso fuera de la representación de Brasil como país. Por ejemplo, con la trayectoria de un club como el Santos, del que Pelé formaba parte. Y ese fútbol obviamente se contagió. No sólo en el plantel que participó en el episodio de México, sino que se pensó en él como una escuela de formación, con ejemplos que van a ser reproducidos en las décadas siguientes y principalmente en los años ochenta. 

00:41:29 Lola del Carril: La televisión, cada vez más popular y más metida en el fútbol, aparece en el momento indicado en esta historia que se cuenta cada cuatro años. Llega junto con Pelé, el primer ídolo del fútbol que se vuelve global gracias a la televisión. 

¿Quién llevó a quién entonces? Mejor pensemos en qué nos dice esto del fútbol y de cómo el deporte más popular del mundo, con los mundiales a la cabeza, se iba a convertir en un fenómeno comercial a partir de Alemania 74 y de nuestro próximo capítulo.

 


[1] Corrección: Unos años después, el Partido Italia-Alemania en el mundial de México 1970 pasó a ser conocido como “El Partido del Siglo”.

[2] En El Episodio 1 de Cada Cuatro, “Cemento Fresco: El Tiempo de Uruguay”, contamos la historia de Juan Hoberg en la semifinal Uruguay versus Hungria.

 

Cada Cuatro